- Ese aroma Eloisa?
- Provienen de mi prenda interior.
- Que aroma, tan dulce...tan adorable.
-Mis aromas son hechiceros , responde ella ruborizandose.
- Esto me condena al destierro ...dejame Señora adoraros
mis ojos responden solo a mirarte sin cansarme.
En el pecho de ella quedaba un suspiro sin huir, suspendido.
El ambiente se lleno de aromas a vainilla y rosas.
Ella estaba deseosa y no pudo evitar esa extraña liberalidad de su cuerpo y comenzo a temblar...
- Mi Reina, que os pasa?..daria mi vida por ti...
daria hasta la ultima gota de mi sangre por hacerte feliz.
Y ella con sus brazos elevados al cielo , sollozo.
El cafe recien molido y yo..frente al ventanal de mi casa.
Es el atardecer, los pajaros aun estan en el jardin.
Me siento en el sillon observando los naranjos, los platanos , las palmeras y el pocillo con el cafe humeante.
Tengo a mi lado crema batida a punto nieve y pequeños trocitos de chocolate enrollados en una hoja de naranjo.
Coloco uno y lo dejo reposar unos segundos.
Mi cafe de la tarde, es el ceremonial de agradecimiento a la vida.
Eloisa
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