Eloisaodiosa y su Karma

Eloisaodiosa y su Karma
Eloisaodiosa

sábado, 20 de julio de 2013

Caifás el toro y el aroma de Eloisaodiosa

El encuentro en la pradera, de Caifás, el toro y EloisaoDiosa
 Es un Juego ; no es una corrida de toros aunque es algo parecido.
No es una Plaza de Toros , es una pradera en un hermoso valle. Los invitados , familias que en estos momentos están compartiendo momentos de fresco a la sombra de frondosos árboles.
Será una tarde, llena de fogosa inspiración .
Hay árboles y una fuente que bajo el delicioso cielo de la tarde entretiene a las personas, en diálogos y risas.
Todos esperan .
Yo fantaseo como una diosa con mis encantos.
Enamorada de mi gallardia y estampa. Los hombres se disputan y servilmente ofrecen sus galanterias y me acompañan adonde yo fuera.
Debo retirarme momentos antes y sorprenderlos con mi nuevo traje . 
Del pequeño bosque, se oye el cabalgar y el sonido de los cascos de un caballo que se acerca.
Un caballero,  montado en un hermoso corcel se aproxima con suave galope.  Estoy  sorprendida por su ostentosa presencia; es muy elegante y su ropaje muy estravagante.
Con su mano estirada , acaricia mi cabello. Está inclinado y casi roza mis labios. De su alforja, extrae unas cintas de muchos colores , que delicadamente, pasan acariciando mis pechos.
Todos están observando este acontecimiento tan provocativo; me sonrojo y comienzo a caminar hacia la pequeña carpa de raso rosa que fué armada para que pudiera tener mis vestimentas y accesorios.
El caballero me acorrala y no consigo dar un paso, puedo oir el trote y resoplido del caballo; luego se detiene y doy vuelta la cabeza para observar . 
Y dando un envion con las riendas, el caballo se aleja en retirada.  Saluda con su mano en ademán de despedida.
Me introduzco al pequeño zaguán armado con hermosas telas de muchos colores delicados. Una brisa fresca me envuelve y entro a mi pequeña recámara que tiembla con el suave soplido del viento.
Un gran espejo y sobre un catre está mi traje de luces, negro con bordados en lentejuelas rojas.
La luz del sol se filtra por la tela y el colorido del ambiente es paradisiaco
Enciendo la mirra y el sándalo que esparcen sus suaves neblinas de delicado y sútil aroma.
Mi tina de madera está en el centro de la recamara rebalsando de espuma;  como esperando que introduzca mi cuerpo lentamente. Las perlas negras y blancas  en el fondo se deslizan bajo mis pies y con precaución me sumerjo.
En ese momento Dolores se anuncia y entra .
Introducida ya en la tina, ella esparce los pétalos de rosas rojas sobre el agua.

- Algo más desea en el agua? pregunta con timidez.
- Pon una vainilla y en ese pote de cristal se halla la canela en rama , una pequeña medida será suficiente.
 A mi lado están los aceites y mis dedos buscan los envases de cristal al costado de la tina y sobre la alfombra. Tomo uno y suavemente levanto su tapón; y se esparce el fuerte aroma inconfundible del almizcle. Comienzo a frotar la piel con una pequeña cantidad en mis manos, suficiente para alcanzar el placer de sentir la fragancia. En pocos minutos se diluye en el agua penetrando aún más en mis poros.

 Busca mi mano el otro envase y nuevamente el mismo proceso, la mezcla comienza a surtir efectos afrodisíacos en el ambiente.

Con pocos deseos de abandonar la tina, mis pies van saliendo.

 Dolores cubre mi cuerpo con un grueso lienzo impregnado con aromas de almizcle y rosas y la tela comienza a pegarse con la humedad del cuerpo y el sudor. Otro lienzo coloca Dolores y lo ciñe a mi cuerpo, tiene resinas y no deja evaporar los aceites. Será solo unos instantes; luego poco a poco se diluyen con las gotas de sudor
y se vaporea mientras camino desnuda por la sala.
Necesito unos instantes para tranquilizar mi mente y frente al espejo comienzo a vestirme.
El pantalon es ceñido al cuerpo y se amolda la estrechez a cada centímetro de mis curvas. Los brillos hacen destellos y cientos de centellas juegan por toda la habitación de raso, sedas y muselinas.
Cada prenda Dolores va colocando sobre mi figura. Las medias blancas con hilos de oro y los zapatitos de charol negro es uno de los últimos detalles.
Me enfrento a mi hermosa imagen y mis cabellos dorados están alborotados; Dolores va peinando con delicadeza y colocando moños negros con lentejuelas rojas y cintas negras de raso que llegan casi a la cintura.
Sobre mi cabeza coloca una bella capelina con una gasa negra que cubre mi rostro maquillado casi natural.
Solo los labios tienen color del durazno y brillos del mismo color, un toque de rubor color rosa fuerte. Mis ojos están maquillados con delineador negro y esfumados con un tono violeta oscuro. La máscara de pestañas realza la mirada.
Es hora de salir.
En la entrada de la carpa , dos pajes  adolescentes están a cada costado de la salida 
 Me detengo diez segundos antes de comenzar a caminar por el cesped hasta el centro de lo que será el encuentro con Caifás
.Las señoras han colocado hermosas alfombras en el cesped y coloquian entusiasmadas.
Estoy ansiosa, mis manos buscan algo y Dolores me alcanza una capa de seda forrada. Es toda rojo carmesí y el sol le da tonalidad tornasolada.
Yo estoy en el centro de tantas personas; unas paradas y otras sentadas en las alfombras. Nadie percata que trás una cabaña, un joven vestido de blanco, se aproxima trayendo a su lado  un enorme toro y con un fino látigo lo acerca a mi pequeña figura..
 En ese momento deje de respirar frente a mi tengo una mole de carne, músculos y esos ojos que me miraban con desconfianza.
Estamos a dos metros uno del otro. Es un toro manso, sin embargo...


 Extiendo mi mano y la capa cae al suelo. Comienzo a acercarme y mis pies sienten la tela de seda que se estruja y enreda. Caifás da pasos atrás y agacha la enorme cabeza.
Sigo caminando hacia él y el retrocediendo. Mi mano alcanza a tocar su nariz y me olfatea y se queda segundos oliendo mi piel.
 Una de sus patas despega la grama en un arrebato y su cola se mueve con celeridad.
Su hocico está casi a la altura de mi cuello y lo extiende hacia mí.
Su cornamenta es colosal y temo que se incruste en mi rostro. Sin embargo con suma lentitud como queriendo no lastimar, acerca su morro.
Estoy inmóvil, hacer un movimiento podría causar en el animal , el instinto de ataque o peligro.
No existe nada alrededor de mi persona, ni siquiera la luz. Solo yo y Caifás solos, uno frente al otro.
Mirandonos y activando las alarmas de defensa o ataque.
Me empujó con suavidad hacia atrás. Pierdo pié y  busco equilibrio.
Como si supiera , Caifás queda inmóvil y yo sin darme cuenta me apoyo en una de sus patas que extendie hacia mi, sin rozar mi cuerpo, como esperando; voy tomando fuerzas y me incorporo.
Caifás aspira mi aroma. Mi mano con lentitud se acerca a su cornamenta y la acaricio. Se deja y hace notar con agrado el roce de mi mano.
Su morro me empuja con suavidad y olisquea mis axilas.
Extiendo mis brazos y mirando el cielo, Caifás comienza a pedir arrumacos y derrumba su mole de músculos sobre la grama y con la cabeza extendida y su hocico apoyado en mis pies.
Me inclino y comienzo a acariciarle el lomo. Comienza a mugir y dar resoplidos de satisfacción.
Le doy la espalda y ahora puedo ver mi público que mudo, no emiten sonidos.Están aletargados, el terror los deja en ese estado .
Un bramido se oye a mi espalda. Es Caifás que corre detrás mio y se adelanta a mi persona.
Comienzo a correr y siento el hocico atrás mio que me levanta de entre las piernas y su cabeza se mantiene erguida, quedando yo suspendida sobre él.
Con mis manos, me mantengo en esa posición aferrandome de la enorme cornamenta.
Con suavidad agacha su cabeza y me deslizo y quedo extendida sobre el cesped.
El dá un bramido , sonido que sale como un sonar estrepitoso y quedo totalmente bajo el.
Estoy quieta, esperando tomar una decisión, sin asustarlo.
Comienzo a levantar mis brazos y extenderlos alrededor de su grueso cuello. El baja un poco la cabeza para ayudar a mis movimientos y levanto mis piernas para sujetarme de su lomo.
En esa posicion comienza a caminar lentamente como temiendo que yo cayera.
Emito palabras suaves, quiero convencerlo que deseo salir de esa posición, mi cuerpo no puede sostenerse en esa postura por segundos más. Mi piel está sudando.Me resbalo a cada centimetro. Mis manos están agarradas a su pelaje.
Caigo al suelo y Caifás enceguecido comienza a jadear y se detiene; me voy levantando lentamente y apoyo todo mi cuerpo sobre su costado;  paso mis brazos sobre él y lo acaricio.
Sé que mi perfume lo intranquiliza, lo cautiva.
Camino lentamente.Se ha enamorado de mí...
Al acercarme a mis amistades, mi admirador se acerca para darme un beso y no percata que Caifás presiente que le arrebatan la magia que lo tiene embelezado y con un bramido arremete contra él, bajando la cabeza y con su cornamenta ahora ataca.
Todos corren despavoridos y mi festejante consigue protegerse trás un árbol.
Corro trás el toro pero lo único que ocasiono  es más revuelo.
Caifás de repente frena su corrida y da vuelta la cabeza y comienza a dar vuelta todo su cuerpo.
Está enceguecido. No puede verme. Los aromas de distintas fragancias de mis amistades,en la fuga se han mezclado con mi aroma.
Estoy en peligro. No sé que hacer esos segundos.
Estoy confundida y veo que el toro agacha la cabeza. Sin pensarlo comienzo a desvestirme y mi cuerpo queda desnudo en segundos.
La brisa esparce mi aroma y Caifás detiene su trote de ataque.
Un público que mira mi bello cuerpo en esa tarde de sol. Momentos en que el toro embravecido detiene su ataque. Mi adulador caballero observa desde el árbol que le sirve de protección y no puede hacer nada. Yo correria peligro si alguien del público toma una decisión. 
Pero en esos momentos llegan refuerzos de la cabaña donde el dueño de los toros se entera de la situación. No tengo miedo, pero temo por Caifás, no quisiera que tomen una decisión terrible y lo sacrifiquen. Me siento culpable.
Se acerca una movilidad, un tractor que parece de guerra por lo grande y blindado.
Pongo mi cuerpo, delante de Caifás para protegerlo de cualquier ataque.
En ese momento, ocurre algo increíble.
Mi cuerpo desnudo enfrentando a  varias corpulentas personas que vienen agrupadas con rifles y otras armas que no conozco encaramados en un tractor que se detiene frente a mi cuerpo con el que protejo a Caifás.
Siento resoplar fatigado al toro y de pronto algo húmedo se escurre en mi espalda.
La lengua del toro esta recorriendo cada parte de mi cuerpo, cada centímetro, desde mi cabeza hasta mis partes íntimas.
Todos están enmudecidos, inerte están los impulsos de los hombres que vienen a atacar a la bella bestia que ahora regocijada me lame el cuerpo.
Nadie se atreve a decir nada, es un espectáculo jamás visto.
Mi bello cuerpo esta humedo con la saliva de la lengua del toro.
Y ahora lo tomo del aro que tiene en el morro y lo conduzco tranquilamente por la pradera. Docilmente camina y lo dejo que su lengua se entretenga con mi piel. Pierdo la verguenza porque se que hay cosas mas importantes que una desnudez.
Este momento nadie lo olvidara y menos aún Caifás. 
Cada tiempo que puedo, lo visito a la estancia y el reconoce mi figura a lo lejos y veo en sus orejas y su cola, que está contento.
 





viernes, 31 de mayo de 2013

Caifás ,el Toro , enfrenta a EloisaoDiosa


Nos ubicamos un poco en la historia del traje de Torero.


Vestir al torero es relativamente fácil pero lleva su tiempo y va desgranando un vocabulario especifico "Sentirse bien apretado" 
Por ejemplo , tengo que sentirme bién ajustada mientras las vestiduras van cubriendo mi cuerpo .  
 Tomaré en cuenta cada detalle de esta ceremonia , yo , EloisaoDiosa.
Observo dentro mio la emoción que embarga el atar los machos  que son las borlas que cuelgan de la taleguilla o de las hombreras y que el público arrancara  si salgo a hombros.
Se atan ajustando con saliva o con los dedos mojados en agua.Todo esto, en la trastienda porque solamente me pueden ver si tienes amistad o me ayudan a vestir en la habitación de su hotel o camerino.
Es un ritual sagrado. El torero se viste frente al espejo y ahí comienza a darse ánimos que le duran hasta el combate con el toro.
Me encanta poder tener un toro frente a mí . Pero no lo mataré que . Ese final  puede ser eliminado. El animal llega cansado y se lo retira , pero sin haberlo lastimado. Porque al final de cuentas , no es una pelea entre rivales. No es un duelo. Porque tiene que morir , si puede servir para otras peleas?. 
No tiene que ser hasta que la muerte nos separe.
Lo demás es bello , el traje ,  la capa , las personas que van a ver el espectáculo y el toro se lleva el estrellato de este certamen de valentía. El toro no debe  pagar culpas con su muerte ya trazada de antemano, con ese cruel destino adjudicado el día que nació ,  para que otros se diviertan con el espectáculo . El merece vivir .
Pero queridos amigos... tengo el deseo de ponerme un traje de torero y estoy segura que me quedará de maravillas , tan ajustado y con tantos colores.
 Tengo otra ceremonia antes de torear que es : el ritual sagrado y es el perfumar  mi cuerpo.
Me voy a enfrentar a una bestia enorme , una mole de carne y huesos . El enfurecido  toro me atacará . La fragancia del perfume ,  quizás seduzca al animal ,  porque yo también tendré un aroma que enloquecerá sus sentidos.
Elaboro mis perfumes y son solo dos variedades.
Una de ellas es  especial porque contiene aceite fijativo y ....
Secreto ,  muy secreto.
Ese perfume es dulcisimo y me siento en extremo sensual , como al torero el verse y vestirse frente al espejo.
Mi sensualidad  ,  se basa en variadas cosas , pero lo más importante , es el perfume . 
Me coloco la fragancia hasta en los pies frotando suavemente todo mi cuerpo.
El perfume es un rito sagrado.
No es colocarse el perfume  con indiferencia.
Hay momentos que la piel es diferente a otros momentos.
Las razones no las sé ,  pero se que es así . Lo experimente con mi cuerpo.
Los lugares que con sumo cuidado debo
colocar el perfume:

Lugares donde la piel es delicada.
Donde está concentrado el calor.
Donde la piel se roza a sí misma, brota calor.
Preparar el perfume es una ceremonia que requiere tranquilidad y un estado emocional fuerte, algo así como " aguzar los sentidos ".
Merodear el conjunto de todo lo que tengo y todo lo que quiero dar de mí.
Es una fusión de aromas internos mentales y una mistura de aceites fijativos que en la antiguedad en Egipto, usaban para ceremonias.
Para entrar a mis mundos, requiero del aceite de Mirra.
Ahora comienzo a preparar mi Perfume.
Embebida  mis partes genitales y axilares con aroma a Mirra , comienzo a elaborar la fragancia.
Tiene que ser especial ; la presencia de un animal puro poder y músculos ,  debe sucumbir ante mi presencia. Ese es mi propósito. Quiero experimentar esta versión de mis famosas fragancias ; en pleno movimiento y adrenalina.
Estoy en la cocina de mi casa y preparo todo para  la destilacion con vapor de agua de la madera de Santalum Album.
Conseguí estos pequeños trozos de un árbol que tiene más de 40 años de edad.
Al cabo de un rato , obtengo un líquido viscoso, incoloro, de olor persistente, dulce y maderero. Mientras obtengo esta nota en mi pentagrama del perfume , realizo otra destilación de ramas y hojas de maleleuca alternifolia que me trajeron de Australia. Obtengo de esta destilación , un líquido amarillo claro de intenso olor terroso y especiado.
Ahora mi amado Misk que es enviado de Ton-king. Mis dedos se dedican suavemente a abrir el el recipiente que lo contiene.
Producto sagrado y es emoción que me embarga este instante.
La filigrana que lo recubre es de estaño y  palpo  el producto envasado. Es untuoso y su olor se esparce por el ambiente ,  olor de fuertes caracteristica.
La realidad con la Muscona es que  me desagrada que aniquilen animales , pero si con su muerte, pueden abastecer el hambre de una aldea ,  esta bién.
También voy a usar la Muscona , que es sintética e igualmente ,  muy seductora.
Al cabo de unas horas , obtengo mi ansiada fragancia .
El traje espera sobre la cama.

Es de tanta belleza , ver mi traje y aún sin estrenar.
Junto a él y rozando la tela, está mi prenda interior , mis medias , zapatos de terciopelo negro y hebillas para colocar en mis dorados cabellos.
Acaricio el traje  bordado en lentejuelas y mostacillas.





Un baño de café ,  perlas y rosas. 
Los pétalos de rosa ,   en mi tina de madera , con espuma que rebalsa de los bordes. El intenso aroma del café , una mistura de ambas fragancias.

Me envuelven las caricias del agua tibia y el aroma hace circular por mis venas , la idea de verme frente a frente con el toro.
Un imponente animal ante mis debiles fuerzas.
Un encuentro colosal de macho y hembra.
Sudores , astucia y admirable postura del animal , bravura que espera con resoplos de furia.
Mi pequeña contextura física comparando con la mole del toro,  es la de una miniatura de muñeca .



Mi esfuerzo y valentía , también tiene un mérito y el animal sabrá con quién se enfrenta. Los productos  glandulares y efluvios de mi cuerpo , segregan con el solo pensamiento del encuentro.
Viscosa mis hormonas brotan y las conjugo con la fragancia de mi perfume recién elaborado.
Reposa la mirada observando el fabuloso traje de luces. Negro con bordados en lentejuelas y mostacillas rojas. Rosas y ramas en verde hacen círculos enramandose las rosas rojas sobre el raso negro.
El chaleco de pequeñas formas también está bordado , es de color turquesa con sus bordes con cintas al biés en negro brilloso. En cada ojal esta bordada una rosa roja.
Todo el traje esta forrado en rojo.
Las medias son blancas con hilos de oro y mis zapatitos  son unas chatitas de terciopelo negro también bordados con lentejuelas verdes; unas cintas de raso color verde se enroscan en mis tobillos.
La capa es un diseño mio. Es doble el recorrido de la tela y al desplegarse puede verse el forro color rojo carmesí bordado  en los bordes de toda la capa.
Mis cabellos ,  debo peinarlo para un costado enganchado  con cintas y hebillas de terciopelo bordadas.
El sombrero lo realice en trencillas de lana que realicé en los pocos momentos que tenía.
El espejo va a reflejar mi imagen.
Comienza el espectáculo.
Estoy acompañada por una dama que me ayuda a vestir.
Hice colocar a la mañana muy temprano , ramos de rosas de color blanco y rojo sangre. Las rosas están en todos los rincones y acompañan todos los instantes de intimidad.
El baño en mi tina lo realizo con sumo cuidado y es el principio del Rito.  
Mis pensamientos no fluyen , mi mente está en blanco , apreciando cada segundo  los aromas  que el agua disipa por el ambiente, aromas de rosas y vainilla. Las perlas se resbalan al contacto de mi piel.





Salgo de la tina y envuelve mi cuerpo , una mullida salida de baño , color natural.
Reposo unos minutos en el sillón , observando una estampa religiosa , en la espera .  Sonrio .
La alfombra blanca y el espejo serán mis compañeros de ahora hasta el momento en que deposito mis deseos y pensamientos en la Capilla ,  frente a la imagen de la Virgen.
La dama de compañía comienza a colocarme una malla apretada que cierra en la espalda , de cuerpo entero. Es una malla de licra en extremo ceñida y con varillas de acero en los costados .
Luego los pantalones van subiendo con precisión hasta llegar a la cintura. Dejo de respirar para eleve la tela sin hacer frunces.
Me observo en el espejo y me veo muy bella.
Aún sin abrocharse el pantalón , me coloca la dama , la camisa de fino lino y luego el chaleco , tan ajustado que pierdo la respiración.
El pantalón se cierra hasta llegar a la cintura.
El espejo refleja una estampa tan bella que me desconozco . Es el esplendor del color negro y sus bordados con rosas rojas .  Me emociono y las lágrimas inundan mi rostro.
La dama  calma la inquietud y seca mi rostro con toallas de tisue. .- Sonrie , me dice  ella , con cariño para darme las fuerzas necesarias.
Me pide que coloque un pié sobre su rodilla , ella está hincada a mi lado y me coloca las medias de seda con hilos dorados ; luego las chatitas de terciopelo negras.
No debo sentarme ni un instante , esta es mi posición y así comienza  a peinarme y colocarme el sombrero.
El espejo se llena de luces y resplandores.
La capa hace la última entrega de imagen fabulosa al espejo como regalo a mi belleza.
Abro los brazos para ver el efecto de la capa y realmente es un diseño único y la gran proporción de telas la hace  más vistosa .
Me santiguo y en unos minutos estoy en la Capilla.















































San Marcos de León ,  tu que amansaste a la draga y el dragón , amansa los toros bravos que también del monte son. Amansame los enemigos fervorosos , humillales a mí como lo hizo Cristo ante Pilatos , que sin necesidad de malos tratos lleguen a mí como ovejas , símbolo de humildad.
Oh Señor del gran poder y majestad
dador de las fuerzas y cualidades
te pido perdón por mis debilidades humanas y
te ofrezco sinceramente la actuación del día de hoy
te suplico me ayudes y guies a difundir alegría
y arte en tu nombre.
Que si suenan en mi honor la música y las palmas sean ante todo para ti que me apoderas.
que si un fracaso se suma a otro ,  me des el valor para superarlo.
que si un percance viene en este día
tenga yo la confianza de que tú
 lo vas a encauzar a  mi provecho.
En fin Señor...que la fiesta y la aficción siempre progresen.
Y tu Señora y Santa Madre de Guadalupe
cubreme con tu manto y  dame tu bendicion maternal.
Así sea.
Estoy ya lista.
Salgo a la Plaza con mis ayudantes y corceles.


y entre tapices en la Capilla, EloisaoDiosa deja su oración estampada .
Domingo de toros y aún EloisaoDiosa está tendida sobre la alfombra de damasco.
Hoy , en la corraleta tendrá que esperar y los mozos de a pié junto a ella.
Los invito a compartir mi domingo de toros y acompañen en esta hermosa tarde , donde demuestro mi habilidad en el manejo de la bestia.
Próximo capítulo.